domingo, 12 de diciembre de 2010

Reflexiones de una coleccionista cuando se acerca el fin de la primera década de este nuevo siglo…

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Yo comencé oficialmente a coleccionar como adulto hace 10 años o un poco más. Y digo como adulto porque ya desde el 88, teniendo en ese entonces 9 años, mi mamá comenzó a decirme que dejara ciertas muñecas “especiales” en sus cajas para luego tenerlas como “recuerdo o colección”, y surtió efecto. Esas muñecas aun permanecen en caja y están conmigo.

Pero llegó la adolescencia, me olvide de las muñecas “especiales” y las de juego. Fue pasando el tiempo y las muñecas que estaban fuera de caja, es decir “las de juego” y que en nuestra terminología conocemos como “loose”, no fueron bien guardadas.

Por allá por el 97-98 llega a mis manos el poderoso mundo de Internet y con el, en principio, muchas cosas, como conocer gente de otros países, chatear, obtener información más fácil y rápido que nunca, pero en si, la información en español aun era limitada para ese entonces. No se me ocurrió nunca buscar información sobre Barbie. De hecho, ya en esa época era universitaria y visitaba jugueterías porque siempre me han atraído los juguetes y veía montones de Barbies de colección, pero me asustaban los precios (aun no estaba preparada para ser coleccionista)

Sin embargo, por cosas del destino comienzan a aparecer mis Barbies de juego, las “loose”, algunas aun muy en buen estado para no haber sido guardadas correctamente, y empiezo a revisar las “especiales”. Así comenzó una tarea de investigación sobre Barbie en internet, bastante solitaria al principio y por lo cual no me terminaba de animar a seguir “coleccionando”, hasta que zas! topé con un grupo de Yahoo de Coleccionistas de Barbie en Español, básicamente integrado por españoles pero que, como el mundo es un pañuelo, de allí obtuve mi primer contacto con un coleccionista venezolano y que de paso vivía en la misma ciudad en la que yo me encontraba en ese entonces.

Luego aparecen los grupos de MSN (ya no existentes) y un grupo de Coleccionistas de Barbie en Venezuela donde pude contactar con otros más. Al principio no éramos muchos, o al menos, no nos conocíamos y sigo pensando que quedan muchos por conocer. En fin, fueron buenos tiempos y aun mantengo contacto con esos primeros coleccionistas que conocí. Algunos desaparecieron “del mundillo del coleccionismo” otros seguimos vigentes.

Pero mi reflexión de hoy no se trata de cómo comencé a coleccionar y todo lo demás. Esto fue una introducción para adentrarme a un tema más complicado, nosotros: los coleccionistas.

He tenido la oportunidad de conocer coleccionistas de diversas cosas, CD’s, billetes y monedas, juguetes antiguos, figuras de acción, modelismo, en fin. Y todos tenemos en común nuestras peculiaridades, lógico, nuestras personalidades, gustos, caprichillos y caracteres. Todos tenemos algo de “frikis”.

Pienso que sobre todo cuando se coleccionan juguetes, vintages o actuales, están muy relacionados con nuestra infancia y la nostalgia de aquellos años, pero OJO, no tiene nada que ver con tener una postura infantil ante la vida o ser una persona inmadura, y lo recalco porque allí empieza mi reflexión.

Ahora hay más coleccionistas que antes, por varios factores: cuando yo comencé de nuevo a coleccionar, para mi grandiosa suerte, las muñecas de colección dejaron de llegar a Venezuela. Llegaban muy pocas y veía aun más lejana la posibilidad de comprar muñecas de los 80’s u otros años que me gustaban mucho. Después de varios años comenzaron a llegar un poco más y también se vio su presencia con un poquito de más fuerza en Mercado Libre.

Otro factor es que así como yo busqué información sobre mis muñecas de la infancia, supongo que otras personas lo harían, y ya para estas fechas el internet era más accesible, había más información en español y ya incluso podías pedir a U.S. si tenías tarjeta de crédito, en aquellos gloriosos años en que no teníamos un cupo limitado para compras al exterior.

En la capital de Venezuela, Caracas, abundan mercadillos de segunda mano. Donde se conseguían buenos ejemplares. Aun se consiguen, pero como ahora somos más, las muñecas no alcanzan tanto y se ha convertido todo en una batalla de combate ¿Por qué? Bueno, sigo cuestionándomelo, porque siempre he pensado que esto es un HOBBY, y he visto ir y venir oportunidades. No hay muñecas imposibles, no existe tal cosa como “monopolización de muñecas”.  La paciencia es una virtud en la vida y en éste, como otros hobbies, es lo que le da la razón de ser. Si de la noche a la mañana logras conseguir todo lo que siempre quisiste de ésta tu distracción de lo cotidiano, del trabajo, del hogar, etc.., te quedarías sin ella.

Pero creo que el problema es más profundo. Es normal que nos sintamos frustrados de vez en cuando si no logramos conseguir una muñeca que llevamos tiempo siguiendo y no se nos da, y por supuesto nos dé una crisis y una pataleta, pero hasta allí. Al rato pensamos en cuantas veces nos ocurrió con otra muñeca, que la dejamos pasar porque no teníamos el dinero y de repente llegó en el momento oportuno y eso nos serena la angustia. Si tienes poco tiempo coleccionando es probable que si lees esto aun no lo entiendas, pero es uno de los más sabios consejos que leerás alguna vez y ojalá si cuando yo comencé hubiese captado rápidamente que no hay premura, que las muñecas se van y vienen, porque vi muchas veces como no podía comprar X muñeca y luego con el tiempo reaparecía, del mismo vendedor, de otro o como fuese, y aquí incluyo incluso a las vintages, que son aun más “difíciles” que las de colección.

Volviendo al punto, insisto, es normal una pataleta, una lloradita, alguna crisis de ansiedad porque no pudimos obtener una muñeca que tanto queríamos… Pero luego la cosa pasa y uno vuelve a la “normalidad”.

Ahora, es incomprensible pataletas a cada rato, agresiones sin sentido, acusar a la gente de cosas absurdas como “querer tener todas las muñecas para *ellos*”, hacer dramas incansables en cualquier lugar público incluyendo la web, perseguir y seguir lo que hacen, compran y dicen los demás usando falsos usuarios, apuntar con un dedo a los demás y difamarlos ante coleccionistas de otros países cuando “estos personajes” andan haciendo peores cosas – es muy fácil ver la pelusa en el ojo ajeno y no la viga en el propio- en Mercado Libre Venezuela y lo de las agresiones físicas es GRAVE. Esto raya en la insanidad y punto, esto no es un simple caso de “frikis”. Esto es un caso de personas que tienen severos problemas psicológicos, con delirios de persecución, obsesiones y un montón de tornillos con los que al parecer no nacieron.

Creo que todos los coleccionistas de Barbie somos intensos, muy intensos, hasta más que los coleccionistas de otras cosas. Somos competitivos, dramáticos, llegamos a gastar sumas de dineros olvidándonos de otras cosas más básicas o suprimiendo otros placeres que creo son tan necesarios como un hobby y ciertamente tenemos rachas en que necesitamos un respiro de Barbie porque es que lo vivimos tan intensamente que se convierte en algo estresante y no es la idea, nos decepcionamos de casos como el que explique anteriormente, experiencias con coleccionistas que te hacen pensar: “OK, yo no quiero llegar a eso”, donde encuentras amistades gracias al coleccionismo pero que esto mismo las destruye por envidias, malos entendidos, competitividad… En fin, es una marea donde uno tiene que ajustarse y aprender que como en todo, cada quien tiene su caracter, su gusto, su especialidad, pero todo dentro de un límite de RESPETO y sana armonía.

Yo particularmente desecho de mi vida, y especialmente cuando se trata de MI HOBBY- mi distracción del mundo, a toda persona que no sepa controlarse, no sepa respetar mi privacidad y que llegué a la agresividad física y verbal, porque eso genera un desgaste emocional en mi vida y NO ES LA IDEA, punto. Ya yo tengo mis propios problemas y conflictos, no tengo por qué lidiar con la locura de otros y mucho menos cuando se relaciona con algo que para mi significa RELAX- DIVERSIÓN- “TRIPEO”.

Y así termina mi primera reflexión sobre el coleccionismo y los coleccionistas. Parece mentira! Sé que llevamos poco en el siglo XXI, pero que aun exista gente tan involucionada, en tantos aspectos, de los que seguramente hablaré luego, me desconcierta acerca de las teorías de Darwin.

Creo que la raza humana sigue mucho más primitiva que el resto de las especies.